El arte vocal comprende un conjunto de herramientas y capacidades que permiten al intérprete o al hablante modular su voz de manera no dañina, funcional y emocional. Cuando se habla de educación vocal, uno podría pensar inmediatamente en intérpretes consagrados o actores de teatro, pero lo cierto es que todo ser humano que necesite su voz en su vida cotidiana puede beneficiarse enormemente del conocimiento de estas técnicas.
La voz humana es un recurso complejo y sensible, compuesto por diversos componentes que trabajan en conjunto, y una correcta técnica vocal ayuda a gestionar estos elementos para obtener mejores efectos.
Desde tiempos antiguos, la voz ha sido el fundamental medio de expresión de sensaciones, pensamientos y expresiones. La capacidad de dominarla ha sido objeto de análisis desde civilizaciones como la clásica y la imperial, donde la oratoria era una materia sumamente reconocida. A lo largo de la historia, vocalistas de ópera, actores y oradores han perfeccionado diversas metodologías para educar la voz, afinar su sonido y prevenir lesiones vocales.
Hoy en día, estas metodologías se integran con los avances científicos para ofrecer una preparación global y cuidadosa sobre cómo usar correctamente este medio imprescindible.
El proceso vocal inicia al entender cómo funciona nuestro conjunto de fonación. La voz se produce gracias al aire que, al ser emitido desde los pulmones, atraviesa la laringe, haciendo mover las cuerdas vocales. La forma en que se ajusta esta vibración, el nivel sonoro y el tono que adopta la voz dependen de la manera en que se maneja la respiración y se utiliza la musculatura implicada en la fonación. Por eso, uno de los principios básicos de cualquier técnica vocal es el control respiratorio. Aprender a emplear la respiración profunda, profunda y consciente proporciona una base firme que permite prolongar sonidos prolongados, definidos y sin esfuerzo aparente.
Es frecuente que muchas personas respiren de manera insuficiente desde el tórax, lo que afecta considerablemente la intensidad y duración del sonido producido. Por ello, una de las primeras etapas en la formación vocal consiste en reentrenar la respiración, centrando hacia el diafragma. Esto implica ejercicios específicos, como respirar hondo expandiendo el abdomen y liberar site el aire despacio la exhalación, algo que requiere tiempo y compromiso. Con práctica constante, esta técnica de inhalación se convierte en algo automático, aumentando notablemente la intensidad de la voz y minimizando la tensión al hablar o cantar durante periodos extensos.
Además de la respiración, otro aspecto clave en la técnica vocal es la alineación física. La alineación correcta del cuerpo influye directamente en la eficiencia al respirar y en la libertad que tienen las cuerdas vocales para vibrar sin tensiones innecesarias. Mantener una postura erguida, pero relajada, con los pies firmemente plantados sobre el suelo y los hombros hacia atrás y abajo, proporciona una forma corporal correcta para el trabajo vocal. Cuando el cuerpo está alineado correctamente, el aire fluye con facilidad y las vibraciones vocales se proyectan sin obstáculos, facilitando sonidos brillantes y ricos.